sábado, agosto 28, 2010

EL GARCA DE NOE.

Mas que furioso puede ponerse un oso si usted le nombra a Noé. Es que el tan afamado salvador del reino animal resulto ser un inescrupuloso traficante de especies.
Por aquellos años una de las especies más avanzadas eran los osos (tal cual hoy lo son los delfines) y en su mínima capacidad de comprensión comprendieron inmediatamente lo que el barbudo humano planeaba.
Dicen que el tipo lo único que deseaba era aparecer en la biblia para trascender en el tiempo. Lo logro, pero la mentira tiene patas cortas, y algún día los osos evolucionarán y podrán contarnos la verdad...antes de comernos.